Una noche, Alexander se dirige al parque donde le espera su novia Emma y, de camino, se sorprende ante un novedoso invento: un coche que funciona gracias a un motor, no a los caballos. Es más, dándose cuenta que el conductor no ha puesto el freno, lo hace él para evitar un accidente. Por ello se olvida de comprar un ramo de flores. La pareja da un paseo y Alexander le propone matrimonio. Sin embargo, el momento romántico se acaba rápidamente cuando un ladrón aparece de entre los arbustos empuñando un arma y le roba la cartera, los guantes y el reloj de bolsillo a Alex. Pero, cuando el ladrón intenta robar el anillo de compromiso, empiezan a luchar y el arma acaba disparando una bala hacia la chica. Mientras el ladrón huye, Emma muere en las manos de su prometido. Durante los siguientes cuatro años, Alexander pasa sus días calculando cómo viajar en el tiempo y construye una máquina del tiempo.